COVID 19 con sus consecuencias devastadoras, la comunicación incesante de experiencias médicas para facilitar la comprensión de esta enfermedad desconocida hasta diciembre de 2019, la discusión de conductas y de tratamientos que fueron cambiando con la adquisición de mayores conocimientos; algunas publicaciones inexactas o erróneas, la facilidad de acceso a esos datos por parte de los medios y de la sociedad misma, con interpretaciones sesgadas por manejar información sin conocimiento, el temor, la angustia del aislamiento preventivo, la contagiosidad, la amenaza a la vida y las consecuencias económicas, ha provocado un pandemonio de noticias que nos hace vivir otra pandemia: LA INFODEMIA
Dejamos, por esa vorágine generada por la nueva enfermedad, en un segundo plano un viejo conocido el DENGUE que en estos últimos meses atacó con furia, hasta este momento 7.800 casos denunciados en Tucumán y que por el sub registro se cree que a esa cifra habría que multiplicarla por 4 ó por 5.
Las Sociedades Científicas se han mantenido alerta y activas intercambiando datos, estudiando, comunicando información depurada, utilizando las distintas formas que ofrece Internet, en actualización permanente recurriendo a plataformas locales, nacionales e internacionales.
Han reorganizado su actividad utilizando esos medios para seguir dictando cursos, diplomaturas, ateneos, algunos de carácter nacional e internacional. El tiempo de aislamiento preventivo fue utilizado para llevar a cabo un aprendizaje que no es posible en condiciones de trabajo habitual.
Algunas Sociedades han hecho comunicaciones virtuales y en papel, expresando la preocupación por el aislamiento tan prolongado con las consecuencias que podrían darse al suspender los controles que deben ser presenciales como en los casos de pacientes en estudio y/o tratamiento por enfermedades neoplásicas, en los cardíacos, hipertensos, renales, respiratorios crónicos, diabéticos, cirugías programadas que si bien pueden reprogramarse, algunas no pueden esperar setenta días o más, sin las evaluaciones necesarias, conociendo que en situaciones de estrés negativo, como se produce en estado de temor, incertidumbre y pánico; como en las actuales circunstancias, estás patologías se empeoran ocurriendo, en no pocos casos, desenlaces fatales.
Otras han advertido sobre el peligro del sedentarismo en todos los casos y en especial en los diabéticos e hipertensos y publicaron en links las pautas de comportamiento para mitigar los riesgos.
Hay quienes generosa y desinteresadamente han brindado información sobre todo lo conocido con respecto a Covid 19, desde su etiología, etapas clínicas evolutivas, estrategias de tratamiento según la evolución de la enfermedad hasta el momento de la elaboración del documento y como es el mecanismo íntimo de vehiculización del virus a las células del huésped, invadiendo y afectando a múltiples órganos (pulmones, riñones, corazón, cerebro, pequeños y grandes vasos), y también a la respuesta inmunológica, con consecuencias fatales en cientos, miles de pacientes sin diferencias de rango etario, aunque con una preponderancia en adultos mayores de 65 años.
También han advertido sobre manifestaciones en la piel que pueden, según las características de esas lesiones, poner en evidencia el período evolutivo de la enfermedad.
Analizan qué pasa con los mayores de 65 o más años, que viven solos, que el aislamiento preventivo los obligó a depender de terceros, personas que hasta ese momento se manejaban con entera libertad y ahora tienen que convivir con sus temores, inseguridad hacia el futuro, lejos de familiares y amigos, teniendo que valerse de tecnologías de las que muchas veces carecen o desconocen y como única compañía la Pandemia, el Dengue y la INFODEMIA.
Tal vez a la vuelta de un año, la evaluación de los hechos, nos permitirá saber con certeza, cuáles fueron los principales daños en nuestro País y en nuestra provincia.
Un agradecimiento y reconocimiento a las Sociedades que nos han enviado abundante información, que podrán apreciar a continuación en forma sintética en esta edición especial.
Dra. Beatriz Naval / Secretaría de Actividades Científicas